Dependencia emocional
La dependencia emocional se manifiesta como la abrumadora sensación de sentirse inadecuado ante la vida. Esto lleva a la persona a intentar validar su valía. Sin embargo, al partir de la creencia de no ser válida, cualquier esfuerzo será percibido como insuficiente.
Siempre llega un punto en el que aparece la culpa por no ser mejor. Por eso, la persona busca encontrar su valía a través de otros (pareja, familia, famosos, etc.), que según esta lógica, sí tienen valor. Sin importar lo que hagan, serán válidos porque lo han hecho ellos y no tú.
La codependencia es un intento de salvar al otro, al amor y a uno mismo, pero condenándose en el proceso. Es una contradicción insostenible que implica menospreciarse para ser amado. El problema radica en que uno vive en la falta de amor en nombre del amor.
“¡Me gusta demasiado la vida como para querer ser solo feliz!”
En terapia, enfrentamos el miedo a la carencia de amor, que nos impide amar y ser amados simultáneamente, sin recurrir a estrategias de control. Este proceso revela cómo tendemos a salvar a uno a expensas de condenar al otro, y viceversa.
Al desarticular este patrón, nos liberamos de la idea del “amor” como excusa para evitar ser amorosos. En su lugar, la terapia especializada en dependencia emocional, nos permite confrontar la verdad de nuestra experiencia y tomar medidas para abordarla de manera honesta.